Durante la duración del proyecto, MSF también ayudó a distribuir más de 30.000 equipos de protección personal (EPP), proporcionó 5.000 kits de higiene a personas sin hogar y a otras personas que viven en comunidades pobres o aisladas; llevó a cabo cientos de sesiones de promoción de la salud para comunidades en riesgo y, además, facilitó formaciones acerca del control de prevención de infecciones (CPI) para los trabajadores de la salud de primera línea en ocho instalaciones. Todo este trabajo se realizó en estrecha colaboración con organizaciones comunitarias y proveedores de salud locales.
San Juan, Puerto Rico, 19 de agosto 2020—Debido a que los casos de coronavirus continúan aumentando desde el mes pasado, la organización internacional médica-humanitaria Médicos Sin Fronteras/Médecins Sans Frontières (MSF) amplia su respuesta en la isla. La organización esta brindando consultas de atención primaria en hogares y clínicas a personas sin acceso a servicios médicos, y realiza seguimiento de síntomas a pacientes con COVID-19.
MSF formó dos equipos médicos en Puerto Rico para brindar servicios de salud en las casa y las clínicas móviles a gente que sufre condiciones crónicas que no puede o siente temor de ir a los centros de salud debido a la COVID-19. Mientras la demanda crece, MSF se prepara para enviar un tercer equipo médico. Con el número de casos de coronavirus aumentando exponencialmente en el territorio, el número de pacientes inscritos en el programa de seguimiento de COVID-19 se incrementa.
“Todavía estamos aprendiendo tanto sobre este virus, sabemos lo rápido que las personas pueden pasar de estar moderadamente enfermas en casa, a extremadamente enfermas, con una necesidad de atención de emergencia”, dijo Roland Betancourt de León. “A través de este programa, estamos monitoreando la salud de las personas para garantizar que están seguras en casa. Les brindamos la información que necesitan para que cuiden de ellas mismas y sepan cuando es necesario que llamen a pedir ayuda”.
Hasta el 18 de agosto, ha habido al menos 27.713 casos y 346 muertes en Puerto Rico desde el comienzo de la pandemia, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades. Durante la semana del 14 de agosto, ha habido un promedio de 645 casos cada día, un aumento del 46% comparado con el promedio de las dos semanas anteriores.
En San Juan, MSF trabaja en colaboración con varias organizaciones puertorriqueñas. Por ejemplo, Coalición de Coaliciones ofrece pruebas de COVID-19 a gente sin hogar, mientras MSF prepara una clínica cerca, para brindar consultas médicas. Si alguien recibe un resultado positivo, pueden inscribirse en el programa de seguimiento de COVID-19 de MSF.
El programa de seguimiento de COVID-19 es un sistema de 14 días, que funciona a través de teléfonos móviles, en el que los pacientes se pueden inscribir por medio de mensajes de texto o de Whatsapp. El paciente monitorea sus síntomas diariamente y comunica los resultados por teléfono a una enfermera de MSF. Estos equipos de sanitarios los refieren con especialistas de salud mental y trabajadores sociales, si es necesario. Si el caso es severo, MSF remite el paciente a un hospital. Los equipos también ayudan a los pacientes a recibir fórmulas médica a través de médicos que dan atención primaria.
“Recibir resultados y salir positivo de COVID-19 puede causar temores se a cualquiera, especialmente si estás controlando tus mismos síntomas en casa o dependes de la familia'', dijo Betancourt de León. “La atención que hemos podido brindar, ayuda a aliviar mucha de esa ansiedad porque nuestros pacientes saben que están siendo monitoreados por profesionales médicos, y porque ahora ellos tienen la información que necesitan para controlar sus síntomas y pueden limitar transmitir el virus a sus familias”.
Los equipos médicos de MSF, también proporcionan atención en casa y en clínicas fijas a pacientes que padecen de problemas crónicos de salud. Mientras MSF prioriza servicios para la gente más vulnerable, los equipos médicos en San Juan y sus alrededores trabajan con gente sin hogar, personas con dependencia a las drogas, y ancianos. Ellos viajan a áreas remotas en el este (Humacao, Fajarado, y Loíza), oeste (Arecibo y Utuado), y sur (Ponce) de la isla, donde hay gente con condiciones crónicas que vive aislada.
“Durante una emergencia aguda, como lo que estamos viendo con COVD-19, los problemas crónicos de salud pueden ser ignorados en comunidades abandonadas y vulnerables'', dijo Betancourt de León. “La gente con hipertensión o diabetes o VIH, por ejemplo, no puede ir a las citas médicas normales, o no puede recibir sus medicamentos, así que los dejaría de tomar. Con esas clínicas para personas con condiciones crónicas de salud, estamos intentando prevenir que la COVID-19 provoque otro tipo de emergencia de salud”.
Cuando MSF comenzó su respuesta de COVID-19 en Puerto Rico a principios de mayo, trató las necesidades inmediatas como el suministro de equipo de protección personal (EPP) y las formación en prevención y control de infección (CPI), medidas que limitan la propagación del coronavirus en los centros de salud, centros de detención, escuelas de enfermería, y entre poblaciones de riesgo alto. MSF ha ayudado distribuir casi 30,000 EPP, realizó formaciones en prevención de infección a personal sanitario en 22 instalaciones, brindó 5,100 botiquines de higiene, y está continúa brindando higiene de mano y talleres de educación de salud relacionados con COVID-19 a grupos de riesgo alto.