En Puerto Rico, como en gran parte del mundo, la COVID-19 está agravando los riesgos que enfrentan los grupos vulnerables. Los equipos de Médicos Sin Fronteras / Doctors Without Borders (MSF) trabajaron con organizaciones comunitarias y proveedores de salud locales para ofrecer asistencia médica a quienes más la necesitan. Ofrecimos atención primaria domiciliaria, así como un seguimiento a pacientes positivos a COVID. Durante cuatro meses, brindamos consultas médicas a más de 1,200 pacientes, en su mayoría adultos mayores que padecen de afecciones crónicas que pueden hacerlos aún más vulnerables al COVID-19.
A finales de septiembre, MSF entregó las actividades médicas a Puerto Rico Salud (PRS), una organización local formada por cuatro miembros de nuestro equipo que buscan llevar a cabo esta labor vital. Rolando Betancourt, quien trabajó con MSF como enfermero y es cofundador de la nueva organización, dijo que se sintió personalmente conmovido al ver cuántas personas luchaban por sobrevivir sin acceso a los servicios básicos de salud. “Nos propusimos encontrar la manera de poder continuar haciendo el mismo trabajo, con los mismos estándares de calidad,” dijo, “para llegar a las personas que lo necesitan durante más tiempo”.